viernes, 12 de junio de 2009

REFLEXIVA



Obra: Los Siete Pecados Capitales, tomamos un extracto de la obra el pecado “La Soberbia”
Autor: El Bosco
Fecha de la Obra: 1480 – 1500 (siglo XV)

Como entienden ustedes el significado de esa imagen:

Entendemos la imagen como una mujer en un interior con pequeños objetos de uso cotidianos, que se mira en un espejo que hay en un armario, ésta es tentada a mirarse por el demonio al espejo, a un lado se ve otra estancia con figuras.

Esta imagen representa la “Soberbia”, el principal de los pecados capitales, la cabeza de todos los pecados restantes, es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los demás, fallando en halagar a los otros. El admirarse a sí mismo de tal manera de creerse superior y pensar que nadie más puede llegar a igualarle. Esto se intenta ilustrar con la mujer que mira orgullosa su imagen sabiendo que nadie más puede igualarla, lo que en la época, era un pecado casi de exclusividad femenino. Ya que al hombre suele atribuírsele La lujuria. En el bolso de al lado de ella hay joyas siempre asociadas a la vanidad. Si nos referimos al demonio éste es un espíritu sobrenatural, representación del infierno de lo malévolo, tentando a la mujer a ver su belleza a través del espejo, al costado derecho de la imagen se aprecia un gato, éste animal asociado a las brujas, enfocada en aquellas mujeres que resaltaban de su típico rol femenino tratando de llamar la atención del resto de las personas, ya sea destacándose por su belleza ( asociado a la vanidad) o por resaltar en actividades como curandera, sacerdotisas, poetas etc., además en esa misma parte de la obra aparece una persona con ropa oscura, el ambiente es lúgubre, vemos esta parte de la obra como la representación del pecado (soberbia), lo sucio, lo macabro, las fuerzas oscuras.

Que pretendemos cuestionar de esa imagen:

Desde que Eva mordió la manzana el pecado de la soberbia ha sido exclusivamente atribuido a la mujer (mirado desde el catolicismo).
Con esta imagen pretendemos dar énfasis en que el mito de la soberbia o vanidad sea atribuido a la mujer, ya que en la actualidad no se hacen diferenciaciones de género, en el mercado existen variedad de productos que cada uno utiliza para su finalidad, cosas que eran antiguamente atribuidas netamente a lo femenino.


La perspectiva de nuestro trabajo en relación con la imagen elegida es dar énfasis a que el mito de la soberbia o vanidad no se relaciona directamente con la mujer en estos tiempos.
Se sabe que desde la antigüedad la mujer ha sido víctima de diversas discriminaciones hacia su género. En la edad media miles de ellas fueron perseguidas y asesinadas por la Inquisición, momento histórico en el cual curanderas, sacerdotisas o poetas, quienes poseían mayor sabiduría sobre las otras, eran quemadas en la hoguera por amenazar al orden masculino que imperaba y tratar de igualarse o elevarse por encima del conocimiento del hombre o de Dios, lo que encarnaba el pecado de la Soberbia.
Nuestro trabajo cambia a la protagonista de la obra por un transformista, esto para intentar mostrar que la soberbia es un pecado que ya en estos tiempos modernos, no puede ser consignado sólo a la mujer, sino a cualquier ser humano, independiente de su naturaleza sexual. Por lo mismo no quisimos sólo cambiarlo por un hombre ya que estaríamos igualmente designándolo como quien encarna este pecado. El travesti en cambio, para nosotras simboliza a ambos géneros.
En el presente la mujer ha logrado en gran medida igualar el poder del género masculino. El conocimiento es asequible para nosotras y cada vez logramos mayores espacios sociales en donde desarrollarnos y no encontramos las limitaciones que existían antaño.
Es por esto que en el ambiente lúgubre a la derecha de la obra, que muestra una habitación infernal, hemos reemplazado a la tan temida hechicera o bruja de esos tiempos, por una mujer moderna que tiene un libro en la mano, lo que simboliza conocimiento. Además de cambiar la hoguera por más libros que también representan el saber. El maletín con joyas muestra los ornamentos que usaba la mujer en esos tiempos y en la actualidad para embellecerse (todo asociado a la vanidad, parte de la soberbia). Los hemos mantenido en gran medida, pero también agregamos objetos con los que el hombre se transforma en mujer, o también una serie de productos que actualmente son usados por ambos géneros para darle mayor énfasis a nuestra reinterpretación de la obra.
El pecado de la soberbia estaba asociado a la mujer, Eva, desde que esta aceptó por el demonio la manzana en el paraíso. Ella fue tentada por un demonio a adquirir mayor conocimiento e igualarse a Dios. En esta nueva interpretación, hemos cambiado al demonio por un hombre, Adán, con el fin de atribuir a este también, la responsabilidad de la pérdida del paraíso y compartir la culpa de haber sido expulsados.

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